Como para muchos otros sectores y en general, 2020 finalizará pronto siendo un año para olvidar en el terreno inmobiliario. Entre las pocas cosas salvables se encuentra el hecho de que, afortunadamente nuestro país ha mantenido su atractivo de cara a los inversores inmobiliarios a pesar de la pandemia. Y en este sentido parece que la inversión alternativa está poniendo el foco en el segmento de oficinas.
Según estimaciones de la consultora Savills Aguirre Newman el mercado de oficinas en España cerrará 2020 con un volumen de inversión cercano a los 2.500 millones de euros. Y a pesar de que esto supondrá una caída de en torno al 40% frente a lo conseguido en 2019, que se consideró un año record, los expertos lo consideran razonable teniendo en cuenta circunstancias tan atípicas
Además, otro dato que indica la buena salud del segmento de oficinas se encuentra en el hecho de que a partir del tercer trimestre la inversión superó en un 35% la registrada entre abril y junio, el momento de confinamiento más estricto debido a la COVID-19. Los especialistas apuntan a que este porcentaje será mayor al cierre del año, puesto que el último trimestre tradicionalmente concentra una gran inversión.
Oficinas con buen diseño y espacios atractivos
La confianza de los inversores en el segmento de oficinas puede llamar la atención de los que ven el teletrabajo como una nueva realidad. Y lo cierto es que aunque el teletrabajo parece haber llegado para quedarse, esto no implica que las empresas dejen de necesitar su espacio.
En este sentido, los expertos consultados apuntan a que la flexibilidad será la clave. Esto se traducirá en una tendencia hacia buscar oficinas con un diseño inteligente, espacios atractivos y cómodos. La ubicación continuará siendo muy relevante, y probablemente veamos buscar modelos combinados. Por un lado manteniendo sedes de superficie más reducida en puntos clave de la ciudad, para reuniones y encuentros con clientes; y por otro adquiriendo espacios mayores en áreas periurbanas, reduciendo costes y facilitando el acceso a los trabajadores.
Las oficinas en Sevilla mantienen ocupación y precio
Uno de los grandes motivos que encuentran los expertos a la hora de explicar el interés inversor está en la gran caída que han sufrido los tipos en los últimos años. Algo que facilita el flujo de capital y aumenta las oportunidades, si bien es cierto que los productos que ofrecen menor riesgo y son más demandados resultan escasos frente a las inversiones oportunistas.
En este sentido, Andalucía y Sevilla concretamente muestran buena salud dentro del segmento, ya que ni ocupación ni precios parecen haber sufrido grandes reveses a pesar de la COVID. Zonas punteras como el casco histórico, la Palmera, el barrio de Nervión o la Isla de la Cartuja siguen estando en torno al 95%, como señalan desde el Grupo CBRE. Esto, unido a los mínimos tipos de interés, atrae a los inversores y fomenta la esperanza de ver un mayor crecimiento en 2021.
Por otro lado, y aunque la incidencia que tendrá el teletrabajo continúa siendo una incógnita, la lógica dentro del sector parece apuntar al equilibrio. Así, desde el Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria opinan que mientras algunas empresas buscarán oficinas más reducidas, por tener empleados trabajando en casa, otras optarán por grandes espacios para asegurar las distancias. No obstante, los expertos coinciden en que aún es pronto para asegurar nada en este aspecto.
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