La crisis sanitaria provocada por el COVID-19 va a cambiar muchas cosas. Aunque vamos volviendo poco a poco a la rutina ciertos aspectos ya no serán como antes. Y otros se irán adaptando progresivamente a esa “nueva normalidad” de la que tanto se habla. El diseño de oficinas es uno de estos aspectos.
¿Cómo van a ser las oficinas que se diseñen a partir de ahora? ¿Se tendrán en cuenta elementos pensados para evitar, o al menos paliar, situaciones como la que hemos vivido? ¿Qué materiales van a ser más predominantes? ¿Y cómo se pensarán los espacios de trabajo? Son algunas preguntas a las que iremos encontrando respuestas poco a poco. De hecho, ya hay expertos que han comenzado a pensar en esta línea. Hoy queremos hablar de posibles tendencias en el diseño de oficinas, y en lo que podríamos encontrarnos muy pronto.
Tendencias post COVID-19 en el diseño de oficinas
No está claro todavía cómo evolucionará todo esto, ya que tampoco se trata de poner la casa (o mejor dicho, la oficina) patas arriba de repente. El reto de los expertos estará en crear espacios que sean funcionales, sin renunciar a la comodidad pero aumentando la seguridad y prevención.
Las mamparas que tanto hemos visto y seguiremos viendo podrían cobrar protagonismo en los espacios de trabajo. Aquí entrará en juego el diseño para evitar un uso frío de estos elementos, procurando que se integren adecuadamente en las oficinas. Hace décadas se construyó un modelo de cubículos que en los últimos años ha pasado a todo lo contrario, los espacios completamente abiertos. Quizás el COVID-19 nos lleve a una solución intermedia.
También se ha hablado mucho de la luz natural y sus beneficios. Por ello es probable que los nuevos proyectos de oficinas traten de aprovechar al máximo ventanales y cristaleras. De este modo se dará lugar a zonas muy luminosas, más alegres en un uso bien combinado con las mamparas.
Otro factor que sin lugar a dudas será muy estudiado es el de la ventilación y climatización, buscando oficinas que “respiren” mejor. Para ello esos ventanales de los que hablábamos antes tendrán mucho protagonismo, junto a equipos de aire acondicionado diseñados más específicamente.
Es casi seguro también que los espacios de desinfección o higienización cobrarán protagonismo fuera de los cuartos de baño. Esto iría más allá de facilitar geles hidroalcohólicos en distintos puntos de la oficina. Por ejemplo, con la instalación de felpudos higienizantes y desinfectantes.
En paralelo a esto seguramente veremos también un cambio de rumbo en el uso de materiales y tejidos. Se buscará así una mayor facilidad en la limpieza, con superficies menos problemáticas en cuanto a la posible retención de este u otros virus similares.
Cómo afrontar este nuevo diseño de oficinas
Como decíamos antes estas tendencias son líneas de trabajo a medio plazo. Las medidas más importantes para volver a la oficina ya las tenemos todos en mente. El distanciamiento social, el uso de medidas protectoras y desinfectantes, la combinación de presencialidad y teletrabajo… Son aspectos sobre los que la población ya se encuentra concienciada.
Las oficinas de mañana se irán construyendo poco a poco desde hoy. No se trata de obsesionarse con un cambio radical, sino de pensar cómo los espacios de trabajo pueden ser más seguros sin perder en funcionalidad y comodidad para trabajadores, proveedores y clientes.
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