9 claves para vender un terreno urbano, urbanizable o rústico

Vista área terreno

No es lo mismo vender una vivienda que vender un terreno.

Con la vivienda resulta más sencillo ya que todos vivimos en una ya sea de nuestra propiedad o alquilada y sabemos que es lo que hay que tener en cuenta: número de habitaciones, de baños, tamaño y distribución, si tiene terraza o si cuenta con garaje o trastero. Del mimo modo, podemos hacer un rápido estudio de mercado sobre las zonas y los precios con un vistazo a alguna de las web especializadas en anuncios de viviendas.

Cuando queremos vender un terreno, la tarea es algo más complicado, la información sobre que se puede hacer con el terreno no es tan accesible, la oferta y demanda es mas opaca, llegar a los posibles interesados.

1. Conocer que tipo de terreno tenemos. Fundamentalmente saber donde se ubica nuestro terreno en estas dos clasificaciones:

  • Terreno rústico, urbanizable o urbano.
    • El terreno rústico es lo que vulgarmente conocemos como “campo”. Suelen estar ubicados fuera del núcleo urbano y pueden tener alguna construcción como casas o naves. Sus usos suelen ser el cultivo de secano o regadío, la ganadería o la caza.
    • El terreno urbanizable es un terreno que ha sido incluido dentro del PGOU (Plan general de ordenación urbana) del municipio planificando la futura incorporación al núcleo urbano previo desarrollo y construcción de las calles, instalaciones de electricidad y agua, alcantarillado, etc….
    • El terreno urbano se caracteriza por haber concluido todo el proceso de “urbanización” y estar listo para construir el tipo de inmueble al que según el PGOU este destinado.
  • Residencial, terciario, industrial, dotacional.
    • Terreno residencial. Los terrenos con este uso están destinados a la construcción de viviendas que pueden ser edificios plurifamiliares o viviendas unifamiliares.
    • Terreno terciario. Los terrenos con este uso están destinados a la construcción de edificios de uso comercial como oficinas, hoteles, centros comerciales, etc..
    • Terreno industrial. Los terrenos con este uso están destinados a la construcción de naves industriales.
    • Terreno dotacional. Los terrenos con este uso están destinados a sistemas generales o dotaciones locales.

2. Conocer que se puede construir o que actividad se puede desarrollar en nuestro terreno. Una vez sabemos que tipo de terreno tenemos, necesitamos saber las dimensiones concretas y la edificabilidad así como la actividad o uso que se le puede dar con el objetivo de estimar los costes de transformación y el producto resultante. Este proceso es necesario ya que las personas interesadas en la compra lo estarán en función de lo que puedan hacer con el terreno, por lo que el mejor cliente será aquel que pueda obtener un mayor rendimiento del uso del mismo.

3. Conocer la competencia de nuestro terreno, sus características y su precio. Como en cualquier producto que se pone a la venta, es importante conocer que alternativas tiene el posible comprador de nuestro terreno y que características tienen. Cuestiones como el nº de terrenos similares al nuestro, el precio de venta de los mismo así como su ubicación concreta con respecto al nuestro son cuestiones muy importantes a tener en cuenta.

4. Fijar el precio de venta. Esta es una cuestión muy importante ya que fijar un precio demasiado elevado provocara desinterés por parte de los posibles compradores y un precio demasiado bajo provocará que hagamos un mal negocio.

5. Darle la difusión adecuada para hacer una correcta comercialización. El objetivo es que la información de nuestro terreno llegue al mayor numero de potenciales clientes posible, por ello, realizar una comercialización adaptada a cada terreno es un cuestión de vital importancia.

6.Filtrar y gestionar a los interesados. Habrá muchos tipos de interesados en nuestro terreno, desde el curioso hasta el comprador con interés real, es por ello, que se hace necesario llevar a cabo un filtrado de interesados y una buena gestión de clientes para conseguir encontrar el candidato idóneo a la compra.

7. Negociar las condiciones de venta. El mercado inmobiliario es uno de los sectores donde se producen mayor número de negociaciones ya que todos los agentes del sector lo tienen interiorizado por lo que la negociación de las condiciones de venta es donde se determinará si haremos una “buena” o una ¨mala” venta.

8. Formalizar el interés de compra y cierre del acuerdo. Después de negociar llega el momento de formalizar el interés y lo acordado en un documento que firmaran ambas partes y que servirá de compromiso.

9. Llevar a cabo la firma de la venta en la notaria. Por último, se llevará a cabo la firma en la notaria, concluyendo de este modo con el proceso de venta.

En VELCASA disponemos de un departamento especializado en el asesoramiento y comercialización de terrenos, en el que contamos con profesionales de diferentes ámbitos para prestar a nuestros clientes el mejor servicio posible, ayudándoles para que el proceso de compra o venta de los terrenos sea todo un éxito.

Contacta con nosotros sin compromiso.

 

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